24.5.10

Las Olas Ondeantes


Las Olas Ondeantes
Las olas del Atlántico andan con afectación en la playa,
Sus olas azules están flotando adelante
La superficie está rota por los niños
Todo el día, las olas vienen y van, vienen y van
Algunas son grandes como montañas y otras son pequeñas como lauchas
Al final del día, las olas continúan en paz
Se ve la luna en la superficie de las olas
No descansan, no descansan pero la noche es tranquila
En la noche, las olas son una manta para la arena suave
Saben que en pocas horas, todo empiezan de nuevo.

6.5.10

Un Noche con el Zombi de Ciencias

Un día en Monte San José durante almuerzo, dos chicas hablaban sobre una leyenda escolar. Una de las chicas dijo el cuento:

Cuando la escuela abrió, hubo un accidente terrible. A altas horas de la noche, una profesora de ciencias realizaba un experimento. Por casualidad, mezcló los químicos incorrectos y hubo una explosión que le transformó en un zombi. Ahora, durante la noche, el zombi profesora vaga por los pasillos y busca chicas para comer.
Las chicas ya habían oído este cuento y dudaban que fuera verdad. Otras habían jurado a ver al zombi pero las chicas decidieron verlo con sus propios ojos. Planearon pasar la noche en la escuela.
Las chicas escondieron hasta que la escuela cerró. A medianoche las chicas entraron a hurtadillas el laboratorio en el cuarto 208. Mientras miraban alrededor del laboratorio, de repente la puerta chirrío cerrada. Las chicas gritaron u quisieron empujar la puerto pero no funcionó. De repente una figura salió del armario. Las chicas gritaron y empezaron a correr. El zombi persiguió a las chicas por todos partes de la escuela. El zombi cogió a una de las chicas, Anita. Anita le gritó a María por ayuda. María temió que el zombi la cogiera también pero no pudo correr. Al final, el zombi les había cogido a ellas. Temían que el zombi les comiera. De repente las chicas se encontraron en la oficina. Mientras las chicas gritaban el zombi limpío su cara. ¡No era un zombi después de todo-era su profesora de ciencias! Se sentían muy tontas. La profesora les regaño y exigió que las chicas llamaran a sus padres. Pero cuando las chicas salían, ellas miraron por la ventana. ¡Juraron que ellas vieron a un zombi verdadero!